sábado, 23 de marzo de 2013

Óxido en las cañerías

Hoy solo puedo llorar,
no me sale otra cosa que no sea llanto,
es tiempo de añorar,
que lo que fue ido es causa de canto.

Si yo fuera un trovador antiguo
de los que tiene en la piel el son cubano
sonreiría entre dientes soplados
el desdén de la vida que se pone de canto.

Pero, ay, compañeros, soy granaino
de carácter doblado y faz de santo
de los que ladran a la luna llena
y con la faca la van calando.

No se irme por la aceras
que bordean la pasión ni el amianto
de las casas que se construyen a prisa
sin el sedimento de lo bien trabajado.

Soy de los de antes en mis venas
los que tenían sombreros bien templados
sobre las sienes escarlatas a fuerza de lunas
que no tenían miedo al futuro ni al pasado.

Por eso sin aspavientos aquí bien alto
grito a los cuatro vientos que no soy preso
que soy soldado que a la lucha va sin miedo
pues nada tiene que perder en el asalto.