domingo, 24 de abril de 2016

DESNUDO


Empecinado en sublimar lo cotidiano
Ya no tengo ojos para la alcurnia,
Los oropeles y las colgaduras me injurian,
Me hacen rozaduras en las manos.

Camino por la vida sin brocados,
Desnudo bajo el sol del mediodía
El viento acaricia mi madurez tardía,
No me importan ni riquezas ni boatos.

Soy un perdedor por convicción, tanto
Como los jóvenes por el dinero porfían
No comprenden que llegado el día,
También se miraran al espejo con espanto.

Pues perdedores serán al fin y al cabo,
Ya que instalados en la medianía
Habrán extraviado sus vidas
Sin saber cómo, dónde y cuándo.

Así pues camino con rotundo aplomo
Sin equipajes ni mercancías
Soy una liviana nube de poesía
Que se deshace al céfiro del otoño.

Soy como la sirena del barco en retorno,
Ved mis manos completamente vacías
No contienen sino las risas

Que me regalan los niños con alborozo.