martes, 23 de julio de 2013

In memoriam

Teje la araña su tela sin descanso ni premura,
Al ritmo constante en que pasa la vida
Como en la noche desierta pasan los sueños
ensartados en el cielo por una infinita aguja.

Los hilos se van entrecruzando
Por puro azar y sin orden aparente
Mas al final el dibujo queda patente
Y la figura geométrica emerge
De todo aquel esfuerzo ingente.

Y visto al trasluz sobre las canas del ocaso,
Los ojos vidriosos del anciano, acosado
Por achaques y dolores, siempre quejumbroso,
Reflejan los trazos de su pasado
Que urdió con su sangre y su trabajo fructuoso.

La vieja araña al abuelo dormido en la silla
Mira desde la tela que al fin está tejida;
Se balancea sobre el último hilo del que pende

Y, sin esfuerzo, con un tajo seguro, siega su vida.