Cual escoba desmochada,
Que ha barrido demasiado,
Exhausto, un orden de magnitud menos
que estar muerto y enterrado.
Eres como el inspector Gadget,
Si algún milenial lee esto
Que consulte con presteza google
No sea que con el esfuerzo
De la remembranza memorística
Sufra un esguince cerebral
Y caiga fulminado al duro suelo.
Como el inspector Gadget, digo,
Y afirmo que llevas, y no miento,
El atomizador de desinfectante en una mano,
Marca Acme por supuesto,
El amplificador colgado del cuello
El maletín atiborrado en la otra,
Y el cable del sonido,
Con pulcritud, liado en la chorra.
Y te miras en el espejo, como un espantajo
Salido de una batidora con el pelo revuelto,
los pantalones por los tobillos, ajado
encorvado cual Quasimodo tuerto.
Con el móvil en equilibrio buscando señal
Para fichar que el QR esta mañana va mal
Pero solo sintonizas Telecinco
Que la tele últimamente es mortal
Y si sigo rimando en –al
Hasta de la tumba se levantará
El malogrado petardo de Paco Umbral.
Y pasa una alumna y te espeta,
-Maestro tienes las notas,
Las notas dice la interfecta;
Hasta las tres corrigiendo exámenes,
Introduciendo calificaciones en Seneca,
Uno a uno los bonitos criterios
Como prístinas perlas ascendidas del infierno
Para quemarte las pupilas
Y dejarte pegados a la silla los …………..1
1.(ovocito maduro de las aves).
Sí, hija sí, las notas tengo,
Con dos trabajos y cuatro criterios
Lo que otrora fuera un tres pelado,
Por arte de birlibirloque
Se transustancia en notable excelso.
Y ya llegó el final del curso,
Las súplicas y preces han sido oídas,
Los dioses nos mostraron el camino
Más, camino plagado de celadas y espinas.
Rememoro con añoranza aquel lejano día,
Era septiembre que por septiembre era,
Las espigas doradas aún se mecían
En mis sienes rubicundas y soñaderas.
Que distante queda el mencionado comienzo,
Ahora las nieves coronan mi quebrado rostro,
Donde antes la mies otrora vigorosa nacía
Ya es un angostado y seco páramo solo.
Diez meses han pasado sin prevención
Largo el periplo por el marasmo burocrático
Ha sido, y todavía no cesa,
-más madera, gritan desde dirección
Más madera para esta cafetera vieja.
Y la pesada locomotora agusanada avanza
Con paso lento pero estable,
Una persiana cae, un ordenador revienta,
La silla se desatornilla, se desmontan sus partes,
Pero la vieja locomotora no se altera,
Su rumbo mantiene firme e imparable,
Caiga quien caiga, muera quien muera
Los papeles estarán a tiempo rellenos
O caeremos cual fieros guerreros en el combate.
Azotado por las inclemencias del papeleo,
en la cofia, marino indómito y gallardo,
Los duros golpes he resistido con valentía,
Mas el temporal me ha zarandeado cual balandro.
Y ahora por fin a puerto llego,
Desvelado, con las velas rotas,
Sin apenas haber dormido, en vela,
Velando toda la noche cual cruzado
Que el espaldarazo espera,
Mas no será con espada
Sino con un claustro de regalo.
Y así en un último esfuerzo,
Boqueo esperando el día ansiado
Como pez que sacaron del agua,
Como el pueblo judío en el desierto,
El mana divino anhelo,
No en forma de pan de cilantro
Sino de enlace a la sala de videoconferencia
Donde el postrer claustro sobre mi ataúd
Con sonoro golpe remache el último clavo.
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