
Sobre el extenso papel inmaculado
El reflejo insomne de una pupila certera
Graba a sangre y fuego con los colores del alma
La mirada esquiva de una mujer que espera.
Atravesada la vista por el lápiz ligero
Sanguíneos caminos mezcla con las facciones recias
Convirtiendo en imagen los sentimientos que atesora
Como el sol que guardan con paciencia las camelias.
No tan loco como para decir la verdad
Ni tan cuerdo como para esconderla
El pintor abreva en el cuenco que no se desdora
Del tiempo que en ella pasa con renuencia.
Que es su trazo el latir del viento
Mecido con mano certera que arroja
Con sostenido detenimiento
Color tras color sobre la celulosa.
Navega esta noche, sin luna, el artista
Entre la penumbra y la sombra
Y a penas discierne el paso del tiempo
mientras con pausado caminar jalona
Los escalones que le dirigen al recuerdo
Del cuadro que Picaso construyera en la sombra
De su estudio oreado con el aroma
De la brisa del mar perpetuo
De
Una maravilla de poema, que unido a la copia realizada por otro artista crea una ilusión auditiva y visual que ensalzan las ganas de mirar y leer hasta que ambas se fusionen. Gracias por esta maravilla. Seb es otro artista, eh?
ResponderEliminarsin duda, magnífica interpretación del cuadro de Picasso; en cuanto lo vi, me vino a la cabeza la idea de escribir esto, Sebas tiene mucho talento a mi modesto entender.
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