Silencio,
Burbujeante espacio que se tiende
Entre nuestros adustos labios
Que se esquivan.
Ligera la espada hiende
El hilo de voz sobrevenida,
Provoca desquicio y no pretende
Decir la palabra
Que nunca ha de ser dicha.
Y al frente
La eterna ominosa alegoría
Principio y fin de lo perenne,
Estado de sublime armonía
En donde el ojo sagrado del vidente
Escancia al albur del nuevo día.
Contumaz melopea del ausente
Que narra con odiosa felonía
Las horas que ya no son presente
Sino hoja que ha de ser desprendida.
Viturbio tenaz penitente
De los siglos infatigable testigo
Capaz de abrazar con sigilo
El ansiado secreto de la proporción latente
Que se halla en el alma
de los versos del mismo Ghoete.
Como siempre, me quedo impresionado de lo que puede salir de ti. También algo d envidia de la sana por ese manejo de vocabulario que suena tan melódico y provoca sensaciones. Enhorabuena :)
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