jueves, 20 de septiembre de 2012

Canción del hombre desnudo.


Un hombre pasea desnudo por la playa,
Una pluma vespertina desgajada del alba,
Un hombre sin prisa, sin pertenencias,
Una despojada gota de agua clara.
El viento golpea su mentón pleno de canas,
El viento, lascivo manojo de manos,
Se entretiene entre las curvas de su espalda
Y graba una indeleble huella cual afilado abrecartas.
Un hombre desnudo pasea por la agreste montaña
Entre los roquedos y las lajas
Sus huellas teñidas de la sangre
Que de sus cansados pies a borbotones manan.
En el cielo la luminosa Vía Láctea
Dibuja una lengua de perlas ensartadas
Y sobre los solitarios erguidos picos
Los últimos restos de nieve resbalan.
Un hombre de barba hirsuta en una cabeza rala
Desnudo en la selva esmeralda inmensa
Avanza entre la abigarrada hojarasca
Sediento del agua fresca que de las ramas mana.
Rodeado de la vida que sin pretenderlo reclama
Hasta el último pequeño trozo de tierra
Y que con vehemencia los rayos de sol atrapa
El hombre desnudo se desprende del rostro que le delata.
El hombre desnudo por fin detiene su larga caminata,
Sin prestar atención al camino recorrido
Presintiendo el diente de la fiera que se afila,
se tiende frente al destino silente, escuchando la mañana.

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